El Frente Sindical de Universidades Nacionales (FSUN) ha declarado un paro nacional de 48 horas para los días martes 4 y miércoles 5 de junio, como respuesta a la preocupante disminución de los salarios en el sector. Esta determinación fue tomada tras una reunión mantenida con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez.
Durante el encuentro, en el marco de la paritaria universitaria, el Gobierno presentó una oferta salarial que ya había sido rechazada por los gremios, según comunicó el FSUN. La medida de fuerza se anuncia un día después de que los rectores universitarios acordaran una actualización del 270% en los gastos de funcionamiento, que no incluye mejoras salariales para los profesores.
“El problema presupuestario de las universidades no se resolverá sin atender la demanda salarial. Las universidades dependen del trabajo de sus docentes y no docentes”, afirmó el FSUN, que agrupa a CONADU, CONADU Histórica, FEDUN, CTERA, FAGDUT, UDA y FATUN. Los gremios subrayaron que «la universidad no puede sostenerse con salarios de pobreza» y alertaron que «el conflicto universitario sigue abierto», con más de la mitad de los trabajadores docentes y no docentes por debajo de la línea de pobreza.
La semana pasada, el Gobierno ofreció un aumento del 9% para mayo, sumando al 16% otorgado en febrero, el 12% en marzo y el 8% en abril. Sin embargo, el FSUN rechazó esta oferta y decidió pasar a un cuarto intermedio hasta la reunión de este martes. Durante la semana anterior, los docentes y no docentes universitarios se unieron al paro nacional convocado por todos los gremios docentes del país.
Según CONADU, los docentes universitarios han recibido un aumento acumulado del 61,4% en cinco meses de la actual gestión, frente a una inflación del 122,5% desde diciembre, lo que representa una pérdida del 42% del poder adquisitivo.
El retraso salarial es una de las principales demandas desde la Marcha Federal Universitaria del 23 de abril. En la reunión del lunes, los funcionarios propusieron crear una «mesa de monitoreo de la situación salarial» que incluya a las autoridades universitarias y a los sindicatos.
