El Presidente volverá a asumir sus responsabilidades después de su visita a Italia y tras expresar fuertes críticas hacia su vice. Sigue siendo un misterio si se convocarán sesiones extraordinarias y cuál será el futuro de la banca de Edgardo Kueider.
Luego de pasar el fin de semana en Italia, hasta donde viajó para reafirmar su buena relación con la primera ministra de ese país, Giorgia Meloni, y reunirse con empresarios locales, el presidente Javier Milei regresó este lunes por la madrugada a la Argentina y retomará la agenda nacional, con el foco puesto en la tensión creciente con su vice, Victoria Villarruel, y las cuestiones sin resolver en el Congreso.
Tal como estaba previsto, el líder libertario aterrizó poco después de la 1:30 de la mañana en el Aeropuerto de Ezeiza y se dirigió directamente a la Quinta de Olivos, donde se quedará a trabajar, como es habitual en el primer día de cada semana.
Después de dar un discurso en un evento de derecha en el Viejo Continente, el jefe de Estado volverá ahora a ocuparse de la política nacional, que atraviesa momentos inciertos a partir de la expulsión del senador Edgardo Kueider, preso en Paraguay por llevar más de 200 mil dólares sin declarar.
La situación del legislador, que ingresó a la Cámara alta por el kirchnerismo, pero votó en varias oportunidades junto al oficialismo, abrió una vez más las fisuras en la cúpula del Gobierno, que cruzó acusaciones en torno a la validez de la sesión en la que se lo echó del cuerpo.
Desde Roma, el propio Milei brindó una entrevista en la que aseguró que el equipo de Villarruel estaba al tanto de su viaje, pero que no la pudieron contactar en plena reunión parlamentaria, que estaba encabezando en el mismo momento en el que tendría que haber tomado posesión del Poder Ejecutivo.
Esto reavivó las versiones sobre un posible distanciamiento entre ambos, principalmente en las redes sociales, donde militantes libertarios cuestionaron el comunicado de una agrupación llamada “Partido Moderado”, encabezado por un dirigente llamado Walter Eiguren Hernández, que respaldó fuertemente a la titular del Senado.
Hace tan solo unos días, ese hombre recibió en la ciudad de Rosario al senador Francisco Paoltroni, muy cercano a Villarruel y que fue desplazado del bloque de La Libertad Avanza después de manifestarse en contra de la postulación por parte de la Casa Rosada de Ariel Lijo para la Corte Suprema de Justicia.
Bajo el eslogan “Todo por Argentina” y con una foto en su canal de Whatsapp de la Vicepresidenta sobre una multitud agitando banderas patrias, el espacio con el que fuentes cercanas a la compañera de fórmula de Milei aseguran que no tienen nada que ver, invitan a los ciudadanos a afiliarse.
La repercusión fue tal que la propia titular del Senado escribió un mensaje en su cuenta de X negando cualquier armado político paralelo al del oficialismo y ratificando que es “parte del espacio que gobierna nuestro país, desde su misma fundación”.
“Me acuerdo como si fuera ayer cuando éramos solo dos diputados con el presidente Milei contra el kirchnerismo, que es el mismo que está ahora porque no cambiaron ni un nombre. Nos hacían la vida imposible, nos destrataban e intentaban denigrarnos en cada oportunidad que tenían; pero a pesar de eso nos acompañamos sabiendo que el destino de la Argentina era brillante. Ante comunicados recientes de algunos partidos políticos que se arrogan la representación de mi persona y mis ideas, quiero expresar que hoy no hay lugar para la “moderación”. No estoy participando de ningún armado político y cuando lo haga, lo haré donde el Presidente Milei me lo pida”, expresó.Walter Eiguren Hernández, presidente del “Partido Moderado”
De acuerdo con lo que precisaron fuentes del entorno de Villarruel, ella “no tiene ningún tipo de vínculo” con Eiguren Hernández, por lo que advierten que la mencionada agrupación, con presencia principalmente en Santa Fe, es una expresión autónoma.
Por otra parte, el Presidente llega en un momento en el que se define el futuro de la banca de Kueider, que judicializó su expulsión, justamente, alegando que la sesión en la que se votó su apartamiento no tendría validez por haber sido encabezada por Villarruel.
Tal como viene precisando este medio, en la Casa Rosada descartan pedir la nulidad de la sesión del Senado que expulsó a Kueider porque son conscientes de que eso significaría admitir una grave falle institucional. Por lo tanto, se resolverá internamente con una escalada del conflicto del binomio presidencial, lo cual, indefectiblemente, tendrá su correlato en el Congreso.
No obstante, si no avanzan con alguna medida de ese tipo, el lugar vacante podría ser ocupado por la actual diputada provincial y dirigente de La Cámpora Stefanía Cora, que difícilmente vote a favor de alguno de los proyectos que pretende debatir el Gobierno.
En este contexto, Milei también deberá definir si finalmente convoca a sesiones extraordinarias, como trascendió en un principio -incluso el vocero Manuel Adorni lo había confirmado- o si la falta de consensos sobre los temas a tratar hace que el recinto continúe sin actividad durante el verano.
Si ocurre esto último, el jefe de Estado también decidirá si nombra por decreto en la Corte Suprema tanto a Lijo como a Manuel García Mansilla, que por el momento no tienen el apoyo suficiente en el Senado como para ser aprobados.