Los carteles exhiben su imagen luciendo un poncho y un sombrero, acompañados por la frase “La agenda de la Patria”. Están avalados por el Movimiento Nacional Justicialista. “Están intentando crear conflicto”, comentaron desde las oficinas de la Vicepresidenta. En los últimos días, se han observado señales de acercamiento tras una serie de tensiones con el presidente.
En tiempos de redes sociales, inteligencia artificial y realidad virtual, los viejos afiches pegados en la pared no dejan de tener un efecto político a veces inmediato. Esta mañana aparecieron carteles con la imagen de Victoria Villarruel que generaron un impacto casi inmediato. Desde las oficinas de la vicepresidente salieron rápidamente a desmarcarse: “Es una práctica de la vieja política poner carteles en la calle para incentivar conflictos. Y nosotros no somos la vieja política”, afirmaron en el entorno de la titular del Senado.
Los afiches en cuestión tienen la foto de la vicepresidente, la leyenda “Dios, Patria, Justicia Social. La agenda de la Patria”. Arriba las Islas Malvinas pintadas de celeste y blanco, la Virgen de Luján, una escarapela y, en el centro y con letras de grandes dimensiones “Victoria Conducción”. La firma es del Movimiento Nacional Justicialista y una agrupación identificada como José Ignacio Rucci. La clave: aparecieron alrededor del Congreso de la Nación. Los de la foto que ilustran esta nota estaba en la Avenida Rivadavia al 1900.
Un detalle más de los afiches que recarga de simbología -y de intencionalidad- es que en uno de sus ángulos aparecen las efigies de José de San Martín, Juan Manuel de Rosas, Juan Domingo Perón y el ex coronel y líder carapintada Mohamed Alí Seineldín, que fue condenado por los alzamientos militares contra los gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Saúl Menem.
Desde las oficinas de Villarruel tomaron distancia de los carteles: “Nunca haríamos algo así”, dijeron y no descartaron que la pegatina tenga el objetivo de enrarecer el clima de distensión que se registró esta semana en la escalada entre la vicepresidente y Javier Milei. Hubo gestos de ambos lados y después de asomarse a una riesgosa crisis institucional, desde los libertarios y de Villarruel se frenaron los cruces.
De la escalada a la distensión
El vínculo entre Javier Milei y Victoria Villarruel -ambos hicieron campaña y llegaron juntos a la Cámara de Diputados en 2021- viene afectado por una fuerte desconfianza y recelo. Tuvo su momento de mayor intensidad cuando en una entrevista con el periodista Esteban Trebucq el presidente dijo que la vice estaba “más cerca de la casta”. Esa frase confirmó una ruptura que se venía gestando desde el inicio mismo del gobierno.
“Villarruel no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones. No participa de las reuniones de Gabinete. Decidió no participar. Hace mucho tiempo que decide no participar en las reuniones de Gabinete. El diálogo es lo que se necesita institucionalmente para cumplir con nuestros roles. Ella en su visión, en muchas de las cosas que nosotros hacemos está más cerca del círculo rojo, de lo que ella llama la alta política, y lo que nosotros llamamos la casta”, afirmó el mandatario
Esas declaraciones generaron un profundo impacto político y la propia vicepresidente se había mostrado en una reunión con su grupo más cercano dispuesta a responderle. Finalmente eso no ocurrió y, de hecho, esta semana se produjeron varios gestos de Villarruel para desescalar una crisis institucional en ciernes: mantuvo cerrado el Senado para evitar el debate de proyectos de alto riesgo para el Ejecutivo, recibió al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmando que iban a defender a “nuestro gobierno”, y sacó de su perfil de X el posteo contra Francia que había generado casi un conflicto diplomático.
La interpretación en el ámbito parlamentario es que se difundieron esos afiches con el objetivo de enrarecer de nuevo el clima entre los dos para trabar un eventual acercamiento entre los integrantes de binomio que asumió hace casi un año.