El reciente ajuste en los precios de los combustibles, que varía entre el 2% y el 3%, es resultado de un aumento parcial en los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) implementado por el Gobierno. Este incremento se refleja directamente en los valores finales de nafta y gasoil.
De esta manera, la nafta pasará a costar $1059 y la premium $1309 por litro. Por otra parte, el gasoil costará $1089 y el premium $1334. Este ajuste eleva el incremento acumulado en lo que va del año a un 81,6%.
El decreto, que lleva la firma del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo dispone que el aumento se realizó con “el propósito de continuar con la finalidad perseguida a través de los decretos anteriormente señalados, resulta necesario, para los productos en cuestión, diferir parcialmente los efectos de los incrementos que resultarían aplicables a partir del 1° de septiembre de 2024″.
Según la Secretaría de Energía, el consumo de combustibles cayó 5,27% en julio, a comparación del mismo mes en 2023. Así, las ventas de naftas y gasoil disminuyeron alrededor del 17% en el mismo período.