El Tribunal Oral N.º 4 de Morón condenó a Orlando Gabriel González a 15 años de prisión por los abusos sexuales cometidos contra al menos dos mujeres, una de las cuales era menor de edad. En su declaración ante los jueces, el ginecólogo pidió disculpas y asumió la responsabilidad por sus actos, afirmando: ‘Pido disculpas, me hago cargo de lo que hice’.
El juicio abreviado fue integrado de manera unipersonal por el juez Juan Carlos Uboldi que fue quien tomó la decisión de encarcelar al hombre que nunca más podrá ejercer en la medicina.
El hecho ocurrió el 5 de junio de 2023, donde González fue detenido inmediatamente luego del ataque a la adolescente, que quedó en medio de un ataque de llanto en la vereda del centro de salud al que había ido a llevar una ecografía.
Un poco más de un año tuvo que pasar para que la víctima y su familia obtengan justicia. “Iba prácticamente todos los días a la Fiscalía y jamás dejé de seguir el expediente. Presenté los informes de la psicóloga, del psiquiatra y no iba a parar hasta que haya justicia. Finalmente pudimos conseguirla”, contó a la mamá de la menor.
“En el juicio estuvo todo el tiempo con la cara tapada con sus manos. Nunca nos miró, pero se hizo cargo en el juicio de lo que había hecho. Y nos pidió disculpas, pero a nosotros como familia no nos sirven de nada”, agregó la mamá de la joven abusada.
EL OTRO CASO POR EL CUAL FUE DENUNCIADO EL PSICÓLOGO ABUSADOR DE PONTEVEDRA
Luego de que el caso tomó estado público el año pasado a través de Primer Plano Online, una segunda mujer se presentó en el expediente para denunciar al ginecólogo. Según su relato, el 16 de junio de 2020 (plena cuarentena por la pandemia de Covid 19) fue al hospital de Pontevedra a que le retiren los puntos de la cesárea, porque había sido mamá hacía dos semanas.
“Me atiende esta persona, este ginecólogo, para sacarme los puntos. Me pide que me recueste en la camilla, pues tenía que hacerme tacto también. A mí me pareció raro, pero accedo y me acuesto. Ahí me doy cuenta que empieza a tocarme de una manera distinta y empieza a estimularme más, o sea, empieza a masturbarme. Cuando yo le digo que pare, siguió y lo noto que él tenía el pene erecto, por lo que salí y me fui a la administración a los gritos”, señaló la víctima.
La mujer gritaba angustiada que ese hombre “es un degenerado” y, según sus palabras, en la administración intentaron calmarla “diciendo que yo estaba alterada”. “Cuando exigí el nombre me lo dieron y dije que iba a denunciarlo, pero por circunstancias de la vida no lo hice. Tuve miedo y vergüenza”, reconoció. La excusa que usó el pervertido en esa ocasión fue que “debía revisar que su sensibilidad no haya quedado afectada” tras la cesárea.
La condena contra el ginecólogo, que nunca más podrá volver a ejercer la profesión, fue por ser autor de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización, con acceso carnal (dos hechos en concurso real entre sí), y corrupción de menores. Vencerá, formalmente, el 4 de junio de 2038.
“Mi sugerencia es que hay que denunciar, no quedarse nunca callada. A pesar de que mi hija fue sola ese día tuvo la valentía de enfrentar la agresión que recibió y, con esa denuncia, impidió que haya más víctimas”, concluyó la mamá de la adolescente. “Quedamos conformes con la pena, pero si hubiera más años hubiera sido mejor para que no salga nunca más”, cerró.