“Qué pasó un día como hoy” destaca los eventos más significativos ocurridos tanto en Argentina como en el resto del mundo.
En 1852, nace Hipólito Yrigoyen, quien fue nieto de un miembro de La Mazorca ejecutado tras la caída de Rosas y sobrino de Leandro Alem, fundador de la UCR. A pesar de distanciarse de su tío antes de su suicidio, Yrigoyen se hizo del control del partido y lideró acciones contra el fraude electoral. Bajo su liderazgo, encabezó las revoluciones de 1893 y 1905, logrando que los conservadores cedieran y facilitando la sanción de la Ley Sáenz Peña, que estableció el voto secreto y lo llevó a la presidencia en 1916.
Durante su mandato, Yrigoyen mantuvo una posición neutral durante la Primera Guerra Mundial y no reconoció al gobierno de la Revolución Rusa. Utilizó el Ejército para reprimir la Semana Trágica y la huelga en Santa Cruz, además de intervenir en provincias que no le eran afines. Antes de ceder el poder a Marcelo Torcuato de Alvear, fundó Yacimientos Petrolíferos Fiscales.
Aunque inicialmente aliados, Yrigoyen y Alvear se distanciaron debido a diferencias con grupos conservadores, y el alvearismo criticó su estilo de liderazgo personalista y caudillesco. Yrigoyen fue reelegido en 1928 y enfrentó los efectos de la crisis mundial de 1929 antes de ser derrocado el 6 de septiembre de 1930, marcando el inicio de una serie de golpes de Estado en Argentina. Encarcelado en la isla Martín García, falleció en Buenos Aires el 3 de julio de 1933, siendo honrado con un entierro multitudinario.
En 1904, nace en la ciudad chilena de Parral Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, quien sería conocido mundialmente como Pablo Neruda. El poeta inició su carrera con la publicación de «Crepusculario» en 1923, seguido un año después por «Veinte poemas de amor y una canción desesperada». Neruda continuó con obras significativas como «Residencia en la tierra» y «Canto general». Debido a su militancia comunista, tuvo que exiliarse y pasó un tiempo en Italia, donde escribió «Los versos del capitán» y otras obras destacadas como «Odas elementales» y «Cien sonetos de amor».
Nombrado embajador de Chile en Francia por el gobierno de Salvador Allende, Neruda recibió en París la noticia de que había sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1971. Dos años después, regresó a Chile debido a problemas de salud y presenció el golpe militar. Falleció doce días después, el 23 de septiembre de 1973. Posteriormente se publicó un volumen de memorias suyas titulado «Confieso que he vivido».
En 1923, nace en La Plata René Favaloro, quien se destacaría como médico cirujano. Estudió medicina en la Universidad Nacional de La Plata, donde completó su doctorado con una tesis sobre el íleo. Favaloro alcanzó renombre mundial por su desarrollo del bypass coronario utilizando la arteria mamaria interna. Trágicamente, se suicidó el 29 de julio de 2000. En Argentina, la fecha de su nacimiento se conmemora como el Día de la Medicina Social.
En 1930, un trágico accidente ocurrió cuando un tranvía proveniente de la zona sur cayó al Riachuelo mientras intentaba ingresar a la ciudad de Buenos Aires a través del Puente Bosch. El suceso tuvo lugar después de las 6 de la mañana, cuando la unidad 75 de la línea 105 prosiguió su trayecto a pesar de que el puente estaba levantado. A bordo se encontraban 60 personas, de las cuales perdieron la vida 56. La causa del accidente se atribuyó a la imprudencia del conductor y al desgaste que trabó la manivela del tranvía, impidiendo reducir la velocidad a tiempo.
En 1998, Francia logra su primer título mundial de fútbol al vencer a Brasil por 3 a 0 en la final del torneo organizado en su país. Zinedine Zidane se destacó con dos goles clave en el partido decisivo, mientras que el tercer gol fue anotado por Petit. Sin embargo, el encuentro quedó marcado por la controversia en torno a Ronaldo, quien salió a jugar después de sufrir convulsiones. Posteriormente se reconoció que no debió participar. Ronaldo comentó: «Sentí un miedo terrible. Perdimos el Mundial, pero gané otra batalla, la de la vida. Nunca había sentido un malestar tan grande y espero no volver a experimentarlo. Lo único seguro es que mi decisión de jugar no fue por miedo a entrar al campo».