Ricardo Noir hizo su entrada triunfal en el equipo del Xeneixe a una temprana edad y rápidamente se estableció como una figura destacada durante su primera etapa en el plantel profesional. Sin embargo, tras su retiro del mundo del fútbol, ha decidido emprender un nuevo camino y ha inaugurado su propia peluquería, mostrando su versatilidad y determinación para explorar diferentes áreas fuera del ámbito deportivo.
“Tito” jugaba de delantero y su inicio fue hace 16 años cuando ingresó en los minutos finales y le convirtió un gol a Racing para darle la victoria a su equipo por 2 a 1, en la Bombonera.
“Me acordé que de chico me gustaba cortar el pelo y me puse a hacer el curso de peluquero, y hoy acá en casa me armé una peluquería”, señaló Tito Noir a un portal de noticias.
Su lugar de origen es Villa Elisa, Entre Ríos, y al momento de instalarse en Boca fue en la última etapa gloriosa del club porque venía de obtener la última Copa Libertadores (2007) y jugó junto a los ídolos de aquel entonces: Juan Román Riquelme, Martín Palermo o Hugo Ibarra.
En ese mundo, recuerda el ex futbolista: “Yo siempre tuve muy de cerca a Riquelme. Pero ahí estaban él, Martín (Palermo), Battaglia, Morel Rodríguez, Palacio. La verdad que nos trataban muy bien a todos, y a los chicos sobre todo”.
A su vez, jugó 41 partidos, metió cuatro goles y consiguió el título de Apertura 2008 y Recopa Sudamericana 2008: “Hoy me pasa que, cuando miro las fotos de esos momentos, se me llenan los ojos de lágrimas”, detalló Noir.
La carrera de Tito fue larga y cuenta con los siguientes equipos: Newell’s, Banfield, Racing, Huracán, Atlético Tucumán, Belgrano, San Martín de Tucumán y Gimnasia y Esgrima de Concepción. En el exterior jugó en Barcelona de Ecuador, Universidad Católica de Chile y Atlético Palmaflor de Bolivia. Su último paso por el fútbol boliviano hizo tomar la decisión familiar de no seguir con el fútbol debido a un testimonio de su hija: “Tenía a mi nena de 13 años, y un día me dijo mientras comíamos que ya estaba un poco cansada de cambiar de ciudad seguido y de no tener grupo de amigas en la escuela. Yo, que venía ahí más o menos anímicamente, le dije: ´bueno, ya está. Terminamos acá en Bolivia, me retiro, y nos vamos a vivir a la provincia (Entre Ríos)‘”
Además, en 2019 falleció su papá y entró en un bajón anímico que no pudo sostener para seguir con la profesión: “Me agarró un bajón importante y ya el último año de carrera fue todo medio forzoso: ya no tenía muchas ganas de seguir jugando”, confirmó el ex Xeneixe.