La magnitud del desastre natural se hace evidente, con más de 1000 hectáreas afectadas por el incendio forestal que azota el Parque Nacional Los Alerces. La noticia es desalentadora para la biodiversidad de nuestro país, ya que el fuego, iniciado el pasado jueves, persiste a pesar de los esfuerzos de las autoridades por contenerlo. Hasta el momento, 250 brigadas están en la línea del frente, luchando contra las llamas que aún permanecen activas en el sector este del parque.
Según fuentes oficiales, publicadas por la Secretaría de Ambiente de la Nación, el incendio comenzó el jueves por la noche. Si bien no fue dentro del parque, hubo dos focos ígneos que estaban en una distancia cercana. Con el correr de los días, con el viento y demás factores climáticos, el fuego se propagó rápidamente.
Durante la noche de este domingo, la administración del Parque Nacional Los Alerces informó que el fuego se encuentra activo. El foco principal de incendio está sobre el límite Este del parque. Si bien no se registran daños en la infraestructura, el bosque nativo ya está afectado.
En la tarde de este domingo, luego de que se disipara el humo, se pudo trabajar en el área con medios aéreos. Además, se sumaron 10 combatientes más a los 87 brigadistas que iniciaron el combate en la línea por la mañana. Para este lunes, se espera que el incendio sea atacado por “128 combatientes en la línea, dos aviones hidrantes, dos helicópteros con helibalde, más un avión de observación”.
Según adelantó el último sábado el jefe del departamento de Incendios, Comunicaciones y Emergencias (ICE), Mario Cárdenas, están previstos “varios días de trabajo”. Explicó que los brigadistas se encuentran “trabajando con líneas de herramientas de mano y equipos de agua, más medios aéreos como son dos aviones hidrantes, también dos helicópteros con helibaldes que realizan lanzamientos de agua y un avión observador”.
Cárdenas explicó a la agencia Télam que “la cabeza del fuego salió de la jurisdicción del Parque y entró a la provincia”. Ante este preocupante escenario, las autoridades decidieron conformar un comando unificado para coordinar el trabajo de los equipos que trabajan de forma incansable para apagar las llamas. Por entonces advertía que “está fuera de control”.