Un hombre de treinta y seis años fue asesinado de un balazo en el abdomen mientras caminaba junto a su pareja por la localidad matancera de Ramos Mejía, y se investiga si se trató de un ajuste de cuentas relacionado a la comercialización de estupefacientes.
El episodio sucedió el domingo por la tarde cuando la víctima, identificada como Daniel Alejandro Fredes, caminaba junto a su pareja por la Plaza Bomberitos, ubicada en la calle Pueyrredón, entre General Acha y 11 de Septiembre, en lo que se conoce como Lomas del Millón.
Por esto, personal de la comisaría novena fue alertado sobre una persona que se encontraba con una herida de arma de fuego. Al arribar al lugar, los efectivos constataron que Fredes se encontraba tirado sobre la calle.
Los voceros precisaron que la pareja de Fredes relató que fueron interceptados por un hombre que bajó de un vehículo y que, tras un forcejeo, disparó contra el hombre, quien recibió un impacto en el abdomen.
Por ese motivo, Fredes fue rápidamente trasladado al hospital de Haedo, donde fue intervenido quirúrgicamente, pero falleció producto de la herida sufrida.
Si bien en un primer momento los investigadores pensaron que se había tratado de un intento de robo, las fuentes aseguraron que la principal hipótesis apunta ahora a un ajuste de cuentas. “Hay una idea de quién fue el atacante”, aseguró uno de los investigadores.
Al declarar ante los investigadores, la pareja de Fredes reconoció que la víctima se había comunicado en el trascurso de la tarde con una persona apodada “Negro”, con quien coordinó un encuentro en la Plaza Bomberitos, donde ocurrieron los hechos.
La mujer relató que el hombre, de aproximadamente 1.75 metros de altura, llegó al lugar y tras discutir con su pareja, le disparó.
Finalmente la mujer, que en un principio indicó a los efectivos policiales que se trató de un intento de robo, se quebró y reconoció que su pareja había pactado el encuentro para la compra de estupefacientes.
El fiscal Gastón Duplaá, a cargo de la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI), especializada en Homicidios de La Matanza, caratuló al expediente como “homicidio” y ordenó el relevamiento de cámaras de seguridad de la zona para identificar al delincuente y el vehículo en el cual se desplazaba.