La Sociedad Mundial del Sueño ha emitido un enérgico llamado en favor del reconocimiento del sueño de calidad como piedra angular de la salud humana. Sin embargo, persiste la incógnita sobre las razones que llevan a ciertas personas a padecer de insomnio nocturno.
Si una persona come bien y hace actividad física con regularidad pero no duerme al menos siete horas cada noche, puede estar erosionando todos sus esfuerzos. Dormir es crucial para la buena salud, aunque muchas personas tienen problemas para conciliar el sueño y mantenerlo durante la noche.
La pérdida de sueño es un problema generalizado que aumenta en frecuencia a medida que las personas envejecen. También están aumentando otras causas de pérdida de sueño, como la obesidad, que provoca apnea obstructiva del sueño. Se calcula que entre 50 y 70 millones de estadounidenses sufren algún tipo de pérdida de sueño.
La Sociedad Mundial del Sueño (SMS), a través de su Grupo de Trabajo Global sobre la Salud del Sueño, hizo un llamado a los responsables de las políticas de salud de todo el mundo paraque reconozcan la salud del sueño como una base fundamental de la salud humana.
Instó a promover la educación y concientización sobre el sueño y la “salud circadiana”. La salud circadiana -explicaron los expertos de la entidad- “son ritmos biológicos internos que regulan una variedad de funciones corporales, incluido el sueño.
¿Cuántas horas de sueño son suficientes para una buena salud?
Los adultos deben dormir al menos 7 horas por noche para cuidar su salud (Imagen ilustrativa Infobae)
En diálogo con Infobae, la doctora Mirta Averbuch, miembro meritorio de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño y directora de Somnos Medicina del Sueño, dijo: “La falta de sueño prolongada (como por ejemplo dormir menos de 7 hs ) por noche tiene repercusiones sobre la salud”
La cantidad de sueño que se necesita depende de la edad. En general, los niños y adolescentes necesitan dormir más que los adultos.
La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño recomienda dormir esta cantidad de forma regular:
- Los bebés de 4 meses a 12 meses deben dormir de 12 a 16 horas cada 24 horas (incluidas las siestas)
- Los niños de 1 a 2 años deben dormir de 11 a 14 horas cada 24 horas (incluidas las siestas).
- Los niños de 3 a 5 años deben dormir de 10 a 13 horas cada 24 horas (incluidas las siestas).
- Los niños de 6 a 12 años deben dormir de 9 a 12 horas cada 24 horas.
- Los adolescentes de 13 a 18 años deben dormir de 8 a 10 horas cada 24 horas.
- Los adultos deben dormir 7 horas o más por noche.
Son recomendaciones generales. Existe una variabilidad individual en la necesidad de dormir.
¿Qué provoca el no dormir?
Los problemas para dormir bien por las noches pueden aumentar el riesgo de tener obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares. (Imagen ilustrativa Infobae)
“Los adultos deberían dormir 7 horas los 7 días de la semana. No dormir esa cantidad de horas puede afectar el sistema inmune”, según la doctora Averbuch.
Las personas que no tienen horas de sueño de calidad o suficientes horas de sueño tienen más probabilidades de enfermarse cuando quedan expuestas a un virus como el de un resfrío común. La falta de sueño también puede afectar la velocidad a la que el cuerpo se recupera si se enferma.
Eso sucede porque durante el sueño, el sistema inmune libera proteínas llamadas “citocinas”, algunas de las cuales ayudan a promover el sueño. Algunas citocinas deben aumentar cuando hay una infección o inflamación o cuando la persona está estresada.
Entonces, la falta de horas dedicadas al sueño puede reducir la producción de esas citocinas protectoras. Además, los anticuerpos y las células que combaten infecciones disminuyen durante los períodos en los que no duermes lo suficiente. Por lo tanto, el cuerpo necesita dormir para combatir enfermedades infecciosas.
La falta de sueño a largo plazo también aumenta el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo afecta la falta de sueño al cerebro?
Las deficiencias en el sueño pueden subir el riesgo de tener depresión (Imagen ilustrativa Infobae)
La investigación científica ya ha demostrado que la deficiencia en las horas dedicadas al sueño cambia la actividad en algunas partes del cerebro.
Si una persona tiene deficiencia de sueño, es probable que desarrolle problemas para tomar decisiones, resolver problemas, manejar las emociones y conductas, y adaptarse al cambio. La deficiencia de sueño también se ha vinculado a la depresión, el suicidio y las conductas riesgosas, según el Instituto Nacional de la Sangre, el Pulmón y el Corazón de los Estados Unidos.
“Los niños y adolescentes con deficiencia de sueño pueden tener problemas para llevarse bien con otras personas. Es posible que se sientan enojados e impulsivos, tengan cambios de humor, se sientan tristes o deprimidos o carezcan de motivación. Quizás tengan problemas para prestar atención y tengan notas más bajas en la escuela y se sientan estresados”, aclararon los expertos del Instituto en su página web.
¿Qué es el insomnio?
Se sufre insomnio cuando hay dificultades para conciliar el sueño, para mantenerse dormido o para lograr un sueño de buena calidad (Getty/ Archivo)
El insomnio es un trastorno frecuente del sueño. Puede consistir en que la persona tiene dificultades para conciliar el sueño, para mantenerse dormido o para lograr un sueño de buena calidad.
Esto ocurre incluso cuando tiene el tiempo y el entorno correcto para dormir bien. El insomnio puede interferir con sus actividades diarias y puede hacer que sienta somnolencia durante el día.
¿Cómo se siente una persona con insomnio?
El insomnio puede llevar a mayor irritabilidad durante el día (Imagen ilustrativa Infobae)
Las personas que sufren de insomnio suelen quejarse de algunos de estas incomodidades, contó el médico Carlos Nigro, del Servicio de Neumonología del Hospital Alemán de Buenos Aires:
- Dificultad para dormirse.
- Dificultad para mantener el sueño (se despiertan varias veces en la noche).
- Despertares tempranos en la madrugada.
- Sensación de no dormir bien.
- Durante el día las personas con insomnio suelen tener:
- Cansancio o sueño.
- Ansiedad o depresión.
- Trastornos de memoria o reducción de la atención.
- Irritabilidad y nerviosismo
¿Qué pasa si me desvelo todos los días?
Desde el estrés hasta la toma de algunos medicamentos pueden ser causa de insomnio por la noche. Esto puede repercutir con tener sueño durante el día y tener menos concentración (Getty)
Según la Fundación del Sueño de los Estados Unidos, diversos factores pueden hacer que una persona se despierte cada noche cuando preferiría estar dormida. Estos factores pueden cruzarse con los ritmos corporales naturales, como el ritmo circadiano o el ciclo del sueño, y hacer que sea más probable despertarse a una hora determinada.
El ritmo circadiano es un reloj interno de 24 horas que hace que diferentes hormonas se liberen en diferentes momentos del día para promover el sueño o energizar el cuerpo y la mente. También se pasa por cuatro fases del sueño mientras se duerme, y las personas pueden despertarse más fácilmente en determinados momentos de este ciclo que en otros.
Combinados con esos ritmos existentes, otros factores que provocan que las personas se despierten por la noche pueden hacer que se despierten regularmente alrededor de la misma hora.
El insomnio, el estrés, el envejecimiento, las hormonas, los medicamentos y el dolor son algunos de los posibles factores que afectan al sueño nocturno y pueden influir en que las personas se desvelen por las noches.
¿Qué le pasa al cuerpo cuando se duerme solo 4 horas?
Dormir menos de 4 horas afecta la capacidad para pensar y recordar durante el día. Tiene impactos negativos como mayor riesgo de obesidad (Imagen ilustrativa Infobae)
Dormir poco repercute negativamente en la salud de muchas maneras. Los problemas a corto plazo pueden ser la falta de atención, tener mucho sueño y cansancio durante el día, se puede afectar a la capacidad de pensar, recordar y procesar información.
También dormir pocas horas puede hacer que la persona tenga mal humor y más propensa a tener conflictos con los demás. Es menos probable que participe en actividades cotidianas normales o que haga ejercicio.
Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera de los Estados Unidos, la somnolencia al volante es responsable de miles de accidentes, lesiones y muertes al año.
Algunos de los problemas potenciales más graves asociados a la privación crónica de sueño son la hipertensión, la diabetes, el infarto de miocardio, la insuficiencia cardiaca o el ictus. Otros problemas potenciales son la obesidad, la depresión, la reducción de la función del sistema inmunitario y la disminución del deseo sexual.