El año 2009 fue un hito en la vida de los fanáticos del fútbol en Argentina. El equipo de Huracán, libró una intensa batalla con Vélez hasta la última jornada del torneo. El Globo tenía la esperanza de conquistar el campeonato y solo necesitaba sumar un punto para lograrlo. Sin embargo, esa ilusión se vio frustrada debido a un arbitraje polémico que les arrebató la oportunidad de consagrarse.
Un 5 de julio, pero del 2009, se jugó la “final” entre Vélez y Huracán. Ambos equipos llegaron a la última fecha con chances de ser campeón y el cronograma del Torneo Clausura determinó que ambos conjuntos jugaran entre sí la jornada 19. En un encuentro que, ni los mejores guionistas pudieron escribir, el Fortín se quedó con la corona, luego de un polémico arbitraje.
Para poner un poco de contexto, la final entre Vélez y Huracán estuvo enmarcada por la polémica desde la previa del partido: ese año se produjo una pandemia de Gripe A, que afectó a la Argentina. El Gobierno Nacional decidió que, a partir del 1 de julio, las escuelas cerraran por todo el mes y la última fecha parecía que no se iba a disputar. Sin embargo, con un José Amalfitani colmado, el partido se jugó.
El equipo comandado por Ángel Cappa llegó a la última fecha como el candidato de la mayoría, por el buen juego desplegado a lo largo del campeonato. Es más, hasta la jornada 18, era el líder, un punto por encima de Vélez. El la última jornada se enfrentó al conjunto de Liniers y, con un empate, le alcanzaba para ser campeón.
El partido estuvo lleno de emociones: en el arranque del partido, Eduardo Domínguez anotó de cabeza, tras un centro, y poner en ventaja a Huracán. Sin embargo, Ricardo Casas marcó posición adelantada y el gol fue invalidado: Domínguez estaba claramente habilitado y era un tanto lícito.
La lluvia se hizo presente y hasta obligó a la suspensión momentánea del encuentro: cayó granizo y los jugadores debieron retirarse por unos instantes del campo de juego. En la reanudación, Vélez mejoró y Carlos Arano cometió un clarísimo penal a Juan Manuel Martínez; Gabriel Brazenas decretó penal.
Rodrigo López se hizo cargo de la ejecución: lo pateó a media altura, a la derecha del arquero, pero Gastón Monzón, de gran torneo, adivinó el palo y mantuvo el cero en su arco. Parecía que el cero se iba mantener: Huracán se conformó con el empate y no llegaba el gol que le diera el título a Vélez, hasta que…
Faltaban 7 minutos para el final: Joaquín Larrivey fue a disputar una pelota dividida con Gastón Monzón, e impactó contra el arquero. El guardameta no pudo retener el balón y salió disparado hacia la dirección de Maximiliano Moralez, que, a arco vacío, anotó el único gol de la jornada.
Todo Huracán le reclamó a Brazenas la falta, pero no hubo caso: fue gol para Vélez. El Globo, apretado por el poco tiempo, fue a la búsqueda del tanto que le diera el empate, pero no llegó. Ángel Cappa, fuera de sí, insultó a algunos alcanzapelotas por esconder los balones para demorar el juego: “Cagones de mierda”, sostuvo el DT.
Finalmente, fue victoria para Vélez. Con ese triunfo se quedó con el título y el Globo no cortó la racha de 36 años sin títulos a nivel local. Luego, Huracán entró en un bajón futbolístico que terminó con el descenso temporadas posteriores. A su vez, Gabriel Brazenas no volvió a dirigir un partido oficial.