El hecho ocurrió el domingo pasado en un paraje cercano a El Bolsón, cuando dos hombres armados, vestidos de civil, ingresaron al predio de Cuesta del Ternero, donde la comunidad mapuche Quemquemtrew sostiene un asentamiento destinado a recuperar un territorio ancestral.

Testigos que estaban en el lugar se alarmaron cuando escucharon una fuerte balacera. Los mismos testigos, algunos de los pocos que quedaban en un acampe de apoyo, con fin asistir con alimentos y ropa a los mapuches que permanecían en el interior de la Lof, comenzaron a informar la represión, un hombre muerto y otro gravemente herido con dos balas que travesaron su abdomen. Representantes de la comunidad aseguraron: “fue un fusilamiento”.

El fallecido es Elías Garay, de 29 años y oriundo del sur de Río Negro. Se había incorporado al proceso de recuperación territorial de la comunidad mapuche. A casi 20 horas del ataque, el gobierno provincial confirmó que hubo “una persona muerta en el lugar por herida de arma de fuego”.

Casi 20 horas después de los hechos, el gobierno de Río Negro confirmó la muerte de una persona en Cuesta del Ternero, aunque la comunidad se encargó de dar a conocer los hechos mucho antes y hacerlo llegar al gobierno, el oficialismo rionegrense guardó silencio y ausencia hasta el otro día.

“Durante la noche de ayer (por el domingo) y en el marco del hecho delictivo de público conocimiento, una comisión dispuesta por el fiscal Francisco Arrien ingresó al predio ocupado de Cuesta del Ternero y constató la existencia de una persona muerta en el lugar por herida de arma de fuego”, indica el gobierno provincial mediante un comunicado emitido este lunes pasadas las 10, según difundió el diario local Río Negro.

Las circunstancias en las que se produjeron los disparos que mataron a Elias e hirieron de gravedad a su compañero aún son materia de investigación. La primera comunicación oficial apuntó a negar que hubiera sido en el marco de un operativo policial, como denunciaron las comunidades en un primer momento.

Más tarde se difundió la versión de que quienes dispararon eran cazadores, que habrían ingresado pese a que la comunidad está cercada hace casi dos meses por un retén de la Policía de la Provincia de Rio Negro, luego de que la Lof Quemquemtrew iniciara un proceso de reivindicación territorial.

“Este es el resultado del discurso del odio, que sigue negando el camino de la paz y del diálogo. Solicitamos al Juzgado y a la Fiscalía el urgente esclarecimiento de los hechos y la individualización inmediata de los responsables. Pedimos Justicia y Verdad para el Pueblo Indígena”, expresó Magdalena Odarda, presidenta del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas.