El domingo por la tarde un delincuente acompañado de una menor de edad, asaltaron a un kiosquero del centro de Ramos Mejía. El asaltante le disparó en la cabeza provocándole la muerte en el acto.

El kiosquero se llamaba Roberto Sabo, tenía 48 años. El delincuente Leonardo Daniel Suárez un joven de 29 años, y su novia de 15 años embarazada que actuaba de “campana” durante el hecho, especialmente mirando hacia la comisaría que estaba a tres cuadras, se dieron a la fuga de frente a los policías. Poco tiempo después fueron detenidos.

El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, sostuvo que el hecho no tuvo que ver con una cuestión policial, ni que tampoco fue consecuencia de la liberación de presos por parte de la Justicia en el marco de la pandemia de Covid-19. El ministro habló de un sistema que no funciona y dijo entender el dolor de los allegados al comerciante. Asimismo, se comprometió a “tener una reunión barrio por barrio” y a “discutir alternativas” que incluso vayan más allá de las competencias de su cartera.

Vecinos y familiares de la víctima convocaron a una marcha en pedido de justicia y seguridad para el lunes 8 de noviembre a las 19 hs en Av. de Mayo y Alvarado. La movilización volvió a tener serios incidentes con corridas, empujones, botellazos, balas de goma y gases lacrimógenos.

Pedro Sabo, padre de Roberto; “Me arruinaron la vida, y a mi familia. Que los delincuentes no salgan más”, expuso exigiendo “cadena perpetua” para los asaltantes.